Busco la razón por la que te dejé partir y no la encuentro
Busco el momento en que renuncié a tu amor
Sería la primavera de la ciudad muerta
Sería mi inexperiencia que jugó con tu corazón.
Si tus oídos fueron los primeros que me oyeron
Y tus ojos vieron lo que había en mi interior
Si tus manos me regalaron sinceras caricias
Haciendo de mi cuerpo, una cálida flor.
No pudiste arrebatarme al viento
Y tus cadenas no me ataron a tu piel
Por más que dejaste una vela encendida
No encontré el camino de vuelta a mi ayer.
Llamaste y no escuché, porque no quise hacerlo
Gritaste más fuerte y entonces escapé
No podía amarte, eras demasiado bueno
Para mi ángel perverso solitario y sin fe.
No te olvido y no te amo, porque jamás lo hice
Solo fue un buen tiempo, una dulce pasión.
Tú querías mi vida para hacerle un templo
Yo quería un incendio para borrar el dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario