lunes, 26 de diciembre de 2011

Zafiro (a mi querida sobrina Katherine Ríos)



Triste mi Zafiro
de desconsoladas penas,
triste tu sangre
que llora su dolor,
¿por qué será que el tiempo
rompe a las niñas buenas?
Endurece la roca
el martillo y el punzón.

Deja que el ángel dulce
extienda al fin las alas,
que busque hasta que encuentre
un nuevo corazón.
Que el vendrá a plantar
flores en primavera
para alegrar tu vida
y darle una razón.

Mientras Dios se quita la venda
y nos mira de reojo,
tendrás siempre mi mano
y yo a ti en mi dolor.
Para que cuando vea
que aún no estamos muertas
responda las plegarias
regalando una ilusión.



Derechos Reservados © Valentina Ríos de Saavedra 2011

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